viernes, 15 de octubre de 2010

Laboratorio boliviano: intervención norteamericana y la economía política de la contrarrevolución, 1952-1969

Esta fue la primera ponencia que inauguró el primer ciclo de Conferencias en Ciencias Políticas y estuvo a cargo de Kevin Young, doctorante en Historia de la Universidad Stony Brook de Nueva York (EE.UU.).

En el siguiente reproductor de audio usted puede escuchar o descargar toda la ponencia. Asimismo, compartimos más abajo la sinopsis de la ponencia y luego usted puede leer y/o descargar el texto de toda la presentación al final de este artículo.  Agradecemos sus comentarios y sugerencias.



Esta ponencia se enfoca en los factores externos implementados por el gobierno de los Estados Unidos en el proceso revolucionario y que influyeron en la ‘derechización’ de la dirigencia revolucionaria, en las décadas de los años 50s y 60s. El gobierno norteamericano promovió golpes de estado e intervenciones violentas en América Latina. Sin embargo, esta hostilidad militar no se materializó en Bolivia. Por el contrario, Young propone que ‘el gobierno norteamericano miraba a la revolución boliviana como una especie de laboratorio, o “experimento”, cuyo resultado tendría implicaciones vitales para el poder norteamericano en el resto del hemisferio’.

Bolivia, en tanto ‘experimento’ –ante todo de política económica– sirve a los intereses del gobierno norteamericano en contraposición discursiva y al ‘modelo cubano’ de revolución. Así, la ponencia se enfoca en tres momentos específicos del periodo postrevolucionario: el Código petrolero 1955, el Plan de estabilización de 1957 y el denominado Plan triangular (para la industria minera) de 1961.

Young durante su presentación
Young propone que los peligros identificados por el gobierno de EE.UU fueron el nacionalismo económico, la militancia popular y su anhelo por seguir el camino de la independencia ‘real’. Así, fas formas de intervención fueron diferentes en la región pero los objetivos fundamentales no fueron diferentes: La dependencia económica, lucha contra el ‘nacionalismo’ como concepto económico-político y ante todo el interés de controlar los recursos económicos (naturales) que son y fueron fundamentalmente el estaño y el petróleo. Esto es contrapuesto, sin embargo, por una especie afirmación de conciencia antiimperialista en Bolivia, especialmente en las clases populares y los sectores sindicales. 

El debate posterior a la ponencia, y a manera de conclusiones adicionales haciendo un paralelismo con el contexto histórico actual, se sugirió que sigue habiendo una lucha/competencia por el control sobre los recursos naturales, hoy reproducida históricamente en los mismos recursos naturales: el gas y los minerales.